13/10/17

Uno de cada diez niños que roncan padece apnea del sueño, según fuentes de [13-10-17]


Uno de cada diez niños que roncan padece apnea del sueño, según fuentes de SEPAR

Cuatro de cada cien niños con edades entre 2 y 8 años ronca. Además, uno de cada diez de estos pequeños presenta apnea del sueño, que consiste en interrupciones frecuentes de la respiración que motivan que su descanso sea de mala calidad, lo que condiciona su capacidad de atención y su rendimiento escolar. Estos datos fueron dados a conocer por el doctor Antonio Salcedo, miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

Diversos estudios han sugerido también que estas repetidas paradas respiratorias durante la noche podrían tener otros efectos indeseados, como un crecimiento físico más lento, una tensión sanguínea ligeramente elevada o, incluso, enuresis, apuntó Salcedo, quien explicó que en el caso de los niños la apnea "no se define tanto por el tiempo de duración de la pausa como por la ausencia total de flujo de aire en nariz o boca, acompañado de esfuerzo durante al menos dos respiraciones completas". Estos niños pueden mostrar un bajo rendimiento escolar, alteraciones de la conducta o hiperactividad.

La apnea obstructiva del sueño en niños, de igual forma que sucede con los adultos, tiene un nivel de diagnóstico muy bajo. Ello sucede, entre otras razones, "porque los progenitores y pediatras consideran que los ronquidos son, simplemente, un hábito molesto", señaló el especialista. No todos los niños que roncan padecen apnea, pero sí es cierto que siempre que hay apnea existen los ronquidos, por lo que el neumólogo recomienda que los chequeos rutinarios infantiles incluyan preguntas acerca de ello.

El experto de SEPAR indicó que los padres también deberían fijarse en otros signos relacionados con el tiempo de descanso, como que el niño dé muestras habitualmente de no haber dormido bien, que se despierte a menudo invadido por terrores nocturnos o que adopte posturas extrañas durante el sueño. Otras señales son la somnolencia, la hiperactividad, las dificultades en el aprendizaje y el retraso físico con respecto a los compañeros de su misma edad, enumeró Salcedo. "Tales síntomas por sí solos pueden no decir nada, pero si se acumulan entonces es más que probable que el niño tenga un problema, y ese problema puede muy bien ser apnea del sueño", afirmó el doctor.

La polisomnografía, con una fiabilidad casi total, es un registro gráfico del sueño que da información de electroencefalograma, de electrocardiograma, electro-oculograma, flujos respiratorios, movimientos torácicos, etc. Si se confirma el diagnóstico, lo más probable es que la causa de la apnea sea el tamaño excesivo de las amígdalas o vegetaciones. Sucede así en aproximadamente el 65% de los casos y se soluciona con la extirpación de este tejido. Otros factores implicados son las malformaciones craneofaciales (30% de los casos) y la obesidad (5%).

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